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El Consejo General de Colegios de Ingenieros Industriales que agrupa a los 21 Colegios de todo el español ha realizado una serie de alegaciones al Anteproyecto de Ley de Industria, que en palabras de su presidente César Franco, “lleva una tramitación demasiado lenta para la importancia que se le dio durante y después de la pandemia”.
Por ello, ha realizado un documento basado en seis puntos sobre política y promoción industrial, reindustrialización, neutralidad climática y economía circular, digitalización, seguridad y calidad industrial y gobernanza.
Entre otras medidas proponen impulsar un pacto por la industria nacional, apostando por la Alianza por la Industria para conseguir que el peso de la actividad industrial supere el 20% del PIB. Para ello es importante contar con las organizaciones profesionales que aportan el conocimiento y con los profesionales que trabajan y lideran nuestra industria. Además, abogan por la construcción de infraestructuras de comunicación diseñadas pensando no solo en el turismo, sino también orientadas al transporte de mercancías.
Por otra parte, debería revisarse el catálogo de títulos universitarios, eliminando aquellos que las universidades proponen sin recorrido, potenciando los perfiles tecnológicos, STEM, y otros, de acuerdo a la demanda, con la oportuna visión y prospectiva de los avances tecnológicos, la globalización y los nuevos retos empresariales. En este sentido, los títulos habilitantes siguen siendo un valor profesional fundamental.
El Consejo General propone abordar la industrialización desde otro prisma más global, el ecosistema de la industria. La reindustrialización debe contemplar la transformación de la cadena de valor industrial, porque muchas empresas ejercen de tractoras y es necesario establecer un marco que facilite su adaptación a las exigencias de los mercados, sin que ello suponga mermar el potencial de las pymes, tan relevantes en el tejido empresarial español.
Además proponen un plan de recuperación de la capacidad productiva desplazada a centros en el extranjero. “Estamos viendo cómo esta debilidad de nuestro sistema productivo tiene efectos especialmente devastadores en nuestro tejido productivo que se queda sin aporte de materias primas, o a precios inasumibles”, ha señalado César Franco, presidente del Consejo General de Ingenieros Industriales.
En relación con la economía circular es necesario contemplar la creación de un organismo de referencia cuyas actuaciones promuevan el establecimiento sectorial de economías circulares capaces de capitalizar en programas plurianuales (podría ser similar al organismo “Red.es”).
Debemos incorporar el impacto de la logística y de los transportes: puertos, impacto de la normativa de CO2,etc. y la realización de un análisis del impacto de la sostenibilidad.
Hay que tener en cuenta que en la modernización de las comunicaciones deben garantizarse la interconectividad, la interoperabilidad y la ciberseguridad. Por tanto, se requiere estandarizar los modelos de referencia en dichos campos, de forma que progresivamente las industrias y organizaciones empresariales puedan alcanzar los reconocimientos y homologaciones pertinentes, con validez nacional e internacional.
Un aspecto relevante a contemplar en la nueva Ley es la consideración de encomendar a los Colegios Profesionales actividades de confirmación, validación, certificación técnica y registro, tanto en actividades de seguridad industrial como de calidad industrial. De esta forma se produciría una colaboración con la Administración que permitiría la tramitación de expedientes, descargando a las unidades correspondientes de tareas normalizadas.
Hay que equilibrar los poderes que regulan estas instituciones, incorporar profesionalidad, revisar su calidad corporativa, su cultura y sus procesos de gestión. Desde la compensación de los primeros ejecutivos de estas entidades e instituciones públicas, pasando por planes de transparencia y lucha contra las prácticas antiéticas, hasta impulsar acertadas estrategias fiscales.
Se debería establecer una política conjunta con la Unión Europea en temas de vital importancia, como pueden ser las baterías y semiconductores. Las grandes alianzas deberían ser primeramente a nivel europeo y posteriormente entre la UE y terceros países, como puede ser el caso de China.