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M&M Digital.- El factor tesoro, el coste de almacenamiento o el desconocimiento de la ley que hace responsables a los fabricantes del correcto reciclaje son algunas de las trabas que se le presentan al sector del reciclaje de equipos informáticos en nuestro país. A ello se suman, según indica el director Comercial de la compañía Electrorecycling, Ramón Altadill, “las dudas del propietario del residuo sobre el lugar de depósito, ya sea en los comercios, que se verán implicados en la nueva transposición de entrada en vigor a finales de 2013; en los puntos limpios, a veces ubicados en lugares alejados de la población y sometidos a robos continuos; y el depósito en contenedores de materia orgánica o de residuos en general (contenedores verdes o grises) que, en conjunto, complican su retirada selectiva”.
Respecto a la denominada “reutilización mal entendida”, Altadill explica que “mandamos a un país desfavorecido todo un contenedor con 2.000, que no hemos podido chequear y que, por tanto, no sabemos seguro si funcionan o no, cuando solo nos han pedido 20 equipos que funcionen generan en el destino un residuo que no van a poder gestionar correctamente y que, además, la tasa de su reciclaje se recaudó en país de origen”.
Según Altadill, “estamos suficientemente preparados para dar cobertura de las necesidades de reciclaje, hay también suficientes empresas dedicadas a la reutilización y quizás nos aparece ahora la necesidad de empresas que preparen los equipos para la reutilización, las cuales podrían ser cubiertas por aquellos servicios técnicos que tan mal lo han pasado en los últimos años, ya que nadie piensa ya en reparar equipos que son obsoletos al día siguiente de su venta”.
Así, Altadill concluye que “por todo ello, aunque el presente es incluso peor al de hace ahora un año, hay motivos para la esperanza en un futuro próximo, donde todos debemos poner algo de nuestra parte”.
Electrorecycling es una empresa dedicada al tratamiento y reciclaje de residuos. Entre los materiales que revalorizan se encuentran grandes electrodomésticos, pequeños electrodomésticos, equipos de informática y telecomunicaciones, aparatos de consumo, aparatos de alumbrado, herramientas
eléctricas y electrónicas, juguetes o equipos deportivos y de tiempo libre, aparatos médicos (con excepción de todos los productos implantados, infestados o radiactivos), instrumentos de vigilancia y control; y máquinas expendedoras.