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El aluminio es esencial para la industria europea, con aplicaciones en sectores como el transporte, la construcción, el embalaje o los bienes de consumo. Además, su uso es clave para cumplir con los objetivos verdes europeos, especialmente en transporte y construcción, debido a su capacidad de aligerar estructuras. Sin embargo, la producción primaria de aluminio genera un impacto ambiental, representando el 2% de las emisiones globales en 2020. A esto se le suma el desafío de reciclarlo, ya que las aleaciones de aluminio, una vez mezcladas con otros metales, es difícil separarlos, complicando su reciclaje.
Se estima que para 2050 habrá 18,3 millones de toneladas de "chatarra excedente" no reutilizable, lo que generará hasta 260 millones de toneladas de CO2 por sustitución primaria. Con el objetivo de evitar este escenario y maximizar el reciclaje de aluminio, nace el proyecto ReCal.
RecAl adopta un enfoque global para aprovechar este valioso recurso secundario. El proyecto aborda estratégicamente todas las fases de la producción circular y los retos a lo largo de toda la cadena de valor del aluminio. Entre sus objetivos, se incluye aumentar la tolerancia a las impurezas en el diseño de aleaciones, se aprovecharán las ventajas de la digitalización y la asistencia robótica en la clasificación y el desmontaje, se crearán flujos de reciclado con purezas muy mejoradas, se adaptarán los paradigmas de producción para aprovechar todo el potencial de los recursos secundarios y se armonizará la comunicación entre todos los sectores de la industria del aluminio.
Una de las claves del proyecto será avanzar en 14 soluciones tecnológicas hasta el nivel TRL6, que serán integradas en ReCal Hub, una plataforma interactiva, sociotécnica y digital que fomentará la colaboración a lo largo de toda la cadena de valor.
En el marco del proyecto, el centro tecnológico Ceit desarrollará un piloto de desmantelamiento automatizado de estructuras aeronáuticas utilizando tecnologías como la robótica, la visión artificial y la inteligencia artificial. El desmantelamiento consistirá en extraer y separar las estructuras que contengan aleaciones de aluminio de diferentes composiciones, facilitando su reciclaje sin mezclas de impurezas.
De esta manera, tal y como explica Diego Borro, investigador principal del equipo de Visión y Robótica de Ceit y responsable del proyecto, “se analizará la viabilidad de crear un nuevo flujo de reciclado más eficiente y diferente al actual que consiste en triturar y mezclar todas las aleaciones”.
La iniciativa ha obtenido un importante respaldo con una financiación de la Unión Europea de 10,6 millones de euros del programa Horizonte Europa y reúne a 19 socios de 9 países europeos, coordinados por AIT-LKR.
Junto a Ceit, forman el consorcio, Rtds Association, AELS, Alumil, Aloimyl, Benteler, Ferimet (Celsa Group), The Centre for Research and Technology Hellas, DLR, Fraunhofer LBF, Gebauer & Griller Kabelwerke, Cancom, KU Leuven, Leitat, Stena Aluminium, Swerim, Universita degli Studi di Firenze, Universita degli Studi di Modena e Reggio Emilia y Altek.
De esta forma, ReCal se posiciona como un proyecto pionero en el desarrollo de tecnologías avanzadas para la economía circular del aluminio, sentando las bases para una producción más sostenible y eficiente de este recurso crítico.