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Más del 90% de las empresas que innovan con Eurecat son pequeñas y medianas empresas, a las que el centro tecnológico aporta soluciones tecnológicas avanzadas en las áreas industrial, digital, biotecnológica y en materia de sostenibilidad, para impulsar su competitividad.
En este sentido, el presidente del centro tecnológico Eurecat, Daniel Altimiras, incide: “Es importante que las pequeñas y medianas empresas apuesten cada vez más por la innovación, por crear nuevos productos o servicios y mejorar sus procesos de producción para ampliar su mercado y su peso específico en la economía”.
El director general de Negocio de Eurecat, Miquel Rey, apunta: “La innovación tecnológica es fundamental para ayudar a la pequeña y mediana empresa a poner en marcha nuevas dinámicas que la hagan más competitiva, generadora de empleo de calidad y creadora de riqueza”.
El 71% de los ingresos de Eurecat están vinculados a proyectos e iniciativas con pequeñas y medianas empresas, a las que Eurecat apoya con numerosos servicios con el fin de acelerar sus procesos de innovación tecnológica, entre ellos el servicio
Inspira Lab, que ayuda a explorar y agilizar la concreción de nuevas soluciones a retos empresariales en períodos de tiempo reducidos, gracias a pruebas de concepto ágiles para crear productos o servicios, optimizar la producción o incorporar nuevas tecnologías.
Esta metodología, que integra diversas disciplinas de forma transversal y una visión multitecnológica, se basa en la generación de propuestas innovadoras y el desarrollo ágil de demostradores y prototipos, para la realización de pruebas de concepto en los laboratorios y plantas piloto en tecnologías punteras de Eurecat en un corto plazo de tiempo, con una media de tres meses según el nivel de complejidad.
Para ello, el centro tecnológico pone a disposición de las pymes sus equipos expertos y multidisciplinares para aumentar la competitividad a través de palancas como la digitalización y la sostenibilidad y acompañando a las empresas durante toda la cadena de valor, ayudándolas a llevar a cabo cambios disruptivos. Además, aporta al ecosistema de pequeñas y medianas empresas planes de transformación tecnológica, herramientas de vigilancia de nuevas tecnologías, estudios de mercado o sistemas de información, entre otros, para todos los sectores económicos.
Asimismo, organiza sesiones formativas a la medida de las necesidades de las pequeñas y medianas empresas para trasladarles conocimientos técnicos y nuevas capacidades tecnológicas. Estas actividades formativas permiten la focalización en la resolución de los problemas puntuales de cada empresa, al tiempo que se forma y especializa al personal técnico en su propio ámbito de trabajo.