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Unesid reconoce que el acuerdo alcanzado entre los colegisladores sobre la reforma del mercado eléctrico de la Unión Europea (UE), casi al final del trimestre, es una buena noticia porque supone dotar a todos los operadores del sector de un marco legal que evita la incertidumbre, aunque considera que es poco ambiciosa.
Para el director general de Unesid, Andrés Barceló, “la industria siderúrgica hubiera preferido una reforma realmente ambiciosa. Por ello, apoyan la propuesta inicial del Gobierno español al que han ofrecido su apoyo en el procedimiento”.
Andrés Barceló lamenta que “la Unión Europea haya elegido una reforma casi cosmética que no están seguros que garantice, más allá de los buenos deseos, que la industria disponga de electricidad en los términos competitivos que precisa, y que la permita continuar con las inversiones tan relevantes a las que tiene que hacer frente para culminar la descarbonización”.
El director general de Unesid defiende que “para mantener una sólida base industrial en la UE, creadora de bienestar y empleo de calidad, es necesario abordar las limitaciones regulatorias actuales que pueden valer a corto plazo, pero que no garantizan un marco estable más allá de 2030”.
Barceló sostiene que “si la solución a la descarbonización es la electrificación de la industria, de la movilidad y de los hogares, es imprescindible que haya un suministro de electricidad a precios competitivos porque, en caso contrario, ni la sociedad ni las empresas podrán abordar esa electrificación”.
Para el director general de Unesid “la situación del mercado, con el impacto desproporcionado que tienen los combustibles fósiles en la formación del precio eléctrico, hace que los incrementos de producción eléctrica de origen renovable y la eventual extensión de la vida de las centrales nucleares no se transmitan a los consumidores industriales y ciudadanos de manera automática”.
“El despliegue de las energías renovables es esencial para conseguir una rebaja sustancial y efectiva del precio de la electricidad, pero las autoridades deben abordarlo con pragmatismo y realismo, sin confundir los deseos con la realidad”, asegura Andrés Barceló.
Por último, el director general de Unesid explica que “la electricidad es un insumo fundamental de la industria que, a diferencia de las materias primas, tiene un componente nacional muy relevante, lo que sitúa a la siderurgia española en una desventaja competitiva frente a la francesa y alemana en relación con el tratamiento que ambos países dispensan a la industria electrointensiva sometida a competencia en los mercados internacionales”.