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El sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), pilas y baterías generó un Valor Añadido Bruto (VAB) de 1.230 millones de euros en nuestro país en 2021, según el III Informe Anual de Recyclia sobre Tendencias en la industria del reciclaje de RAEE y pilas en España. Con esta cifra, el sector crece casi un 21% (20,9%), respecto a los 1.100 millones de euros contabilizados en 2019, y retoma su senda alcista tras la distorsión provocada por la pandemia en 2020.
Según el informe, el sector generó 21.300 puestos de trabajo a tiempo completo en 2021 (+12,1%, respecto a 2019) e incrementó un 16,4% su contribución a las arcas públicas del Estado, pasando de 176 millones de euros en 2019 a 205 millones de euros en 2021.
José Pérez, consejero delegado de Recyclia, ha señalado: “Estas ratios evidencian la robustez del modelo de gestión basado en los sistemas colectivos. El crecimiento que hemos experimentado –añade Pérez– nos afianza en la denominada economía verde, pero también nos permite seguir ganando peso en el cuadro económico nacional por nuestra importante capacidad de generar empleo. Además de una enorme satisfacción, -termina diciendo Pérez–, estos datos deben ser considerados de alto interés en una coyuntura económica que, además de incierta, busca nuevos modelos y políticas económicos con el imperativo de la sostenibilidad”.
En lo que se refiere a las cifras, tanto de aparatos electrónicos y pilas puestos en el mercado como de gestión de sus residuos, el informe analiza los últimos datos disponibles correspondientes a los años 2021 y 2019, respectivamente. En el caso de los primeros, el informe refleja los cambios sociales y productivos derivados de la pandemia y la transformación digital. Así, la cantidad de unidades de aparatos puestos en el mercado (816,9 millones) registró un máximo histórico (+9,3%) en 2021. Este crecimiento fue empujado por el segmento doméstico con 656,6 millones de unidades, (+12% respecto a 2020). Por su parte, el segmento profesional decreció un 0,6% en unidades y un 6,1% en volumen.
En cuanto a la recogida, el último dato disponible es de 2019, con 371.000 toneladas de aparatos electrónicos. Esta cifra supone un incremento interanual del 11,6% y representa el 55% de las toneladas puestas en el mercado, en promedio, en el trienio anterior, superando ampliamente el objetivo establecido por la Unión Europea del 45%. Cabe destacar que España se sitúa por encima de la media de la UE (48,5%) y aventaja a economías como la alemana, la francesa o la italiana.
Por lo que se refiere a pilas, baterías y acumuladores, en 2021 alcanzaron los 702 millones de unidades (16.659 toneladas) puestos en el mercado, lo que representa incrementos del 15,6% en unidades y del 11,3% en peso. Por lo que se refiere a la gestión de estos residuos, en 2019 se gestionaron 240.700 toneladas, segundo máximo en el periodo 2010-2019.
Esta tercera edición del informe de Recyclia ahonda, por primera vez, en ciertos aspectos sociológicos del reciclaje, siendo muy determinante el nivel educativo. De hecho, apunta que un incremento de un punto porcentual de la población con educación superior impacta en un crecimiento de 0,63 puntos de la tasa de reciclaje. Para este cálculo, el informe ha tomado como referencia un estudio desarrollado en 26 países europeos, atendiendo a su población, nivel de estudio y toneladas de residuos recicladas. Asimismo, el informe establece que el gasto por hogar en aparatos electrónicos aumenta 0,68% por cada 1% de incremento de su renta.
Según el informe de Recyclia, el auge de la micromovilidad y de vehículos eléctricos, el sector fotovoltaico y las oportunidades que brindan los fondos Next Generation son vectores claros que empujarán el crecimiento del sector. Respecto al primero de ellos, además de los automóviles eléctricos, el auge del uso de bicicletas eléctricas urbanas y MTB, patinetes y motocicletas incrementará notablemente el flujo de residuos de sus baterías. De hecho, en 2020, la fundación Ecopilas, administrada por Recyclia, gestionó un 67% más de toneladas de baterías de movilidad eléctrica que en 2019, de las cuales el 54% ya provenían de vehículos de la categoría de micromovilidad.
El crecimiento del flujo de estos residuos impone al sector el desafío de innovar en tecnología para optimizar su tratamiento. A este respecto, cabe señalar que Ecopilas participa en el proyecto Batraw que, con fondos provenientes del programa Horizonte Europa, investiga en dos direcciones: la creación de procesos semiautomáticos para manipular y separar los componentes de las baterías eléctricas, y el desarrollo de procesos hidrometalúrgicos para extraer los materiales contenidos en la masa negra de estas.
Respecto al mercado fotovoltaico, se espera que la potencia instalada en España supere los 20 GW este año. De continuar los crecimientos de este tipo de instalaciones, tanto de plantas de suelo como de autoconsumo, se podrán alcanzar los 39,7 GW antes de 2030, objetivo marcado por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Todo ello ha desbordado las previsiones e implicará cambios en la generación de los flujos de estos residuos, favoreciendo el despliegue de capacidades para reciclar estos aparatos. Aunque el flujo de este tipo de residuos es aún reducido debido a su prolongada vida operativa, la fundación Ecoasimelec, integrada en Recyclia, prevé que en 2022 gestionará más toneladas de paneles fotovoltaicos que en el periodo 2018- septiembre 2022 (2.200 toneladas).
Por último, el informe apunta a los fondos europeos Next Generation como uno de los factores de crecimiento del sector. En este sentido, señala a los programas Moves, ligados a la movilidad eléctrica, y a aquellos que incentivan el autoconsumo y el almacenamiento con energías renovables. En concreto, destaca la oportunidad que representan para promover la economía circular y apoyar inversiones para mejorar la dotación de infraestructuras y capacidades para el tratamiento de residuos electrónicos y baterías.