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M&M Digital.- La Comisión de Competencia ha dado el visto bueno a la fusión de Glencore y Xstrata, los propietarios de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa), la tercera fundidora de zinc del planeta. Por su parte, los fabricantes de acero de la Unión Europea (UE) temen que la nueva compañía tenga tal control del mercado que pueda, incluso, provocar un encarecimiento del precio del zinc.
Por su parte, los reguladores europeos “antitrust” condicionaron la fusión de los dos grandes grupos mineros: Glencore debe deshacerse de su participación en la corporación belga Nyrstar y, además, tiene que romper el contrato suscrito con la misma compañía para comprarle cada año decenas de miles de toneladas de zinc. Sin embargo, los fabricantes de acero están preocupados por los movimientos sugeridos por la UE en Nyrstar, que puede que no sean suficientes para romper la posición de dominio que tendrán Glencore y Xstrata en el mercado europeo del zinc. Los fabricantes de acero precisan del zinc para llevar a cabo el proceso de galvanización.
Según la patronal Eurofer, “la industria siderúrgica europea, que utiliza la mayor parte de metal de zinc comercializado en el continente, tendrá que enfrentarse ahora a un proveedor líder que controla tanto la cadena de suministro de zinc como las operaciones de almacenamiento”.
La nueva corporación industrial tendrá una participación de alrededor del 35% en el mercado de zinc en el continente. La fábrica de San Juan de Nieva es la tercera que más zinc metal produce en el mundo y, debido a la fusión de Glencore y Xstrata, lleva meses en el punto de mira del mundo financiero.