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Dado su arraigo en materias primas como el hierro, el acero y los metales, en el País Vasco existen diversas asociaciones orientadas a su estudio y defensa, como Siderex - Asociación Clúster de Siderurgia. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro creada en 1996 cuyo objetivo es mejorar la competitividad del sector a través de la cooperación entre empresas y otros agentes en ámbitos como la internacionalización, la innovación tecnológica y empresarial. Otra de las grandes labores que cumple esta organización es, por supuesto, la defensa de los intereses de sus empresas asociadas. En concreto, Siderex agrupa a las principales empresas de la cadena de valor del sector siderúrgico: desde productores de acero (tanto al carbono como inoxidables y aleados), hasta transformadores de acero en caliente y frío; ingenierías y fabricantes de maquinaria y equipos, componentes, repuestos y materias primas para la producción siderúrgica, entre otros.
Otro actor de gran relevancia es FVEM, la Federación Vizcaína de Empresas del Metal. Se trata de la organización empresarial independiente que integra a la industria del Metal de Bizkaia, con el propósito de defender y representar los intereses de las empresas del metal, actuando como un agente clave en el impulso de su competitividad y sostenibilidad. Sus áreas de actuación se centran en generar interés por el sector industrial, mostrar oportunidades de futuro e impulsar vocaciones tecnológicas. Para ello, organiza encuentros como ‘Mujeres e Industria’, que ya va por su sexta edición; o el Encuentro Empresarial FVEM, que ya va por la cuarta. Así, también organiza ‘Industria Erronka’, un completo programa que conecta empresas industriales y centros educativos en los que ya han participado 10.000 estudiantes desde 2018.
En este ecosistema también destaca AFM CLUSTER, que tiene su origen en AFM, asociación de fabricantes de máquinas-herramientas, componentes y herramientas, creada en 1946. A lo largo de los últimos diez años, AFM va sumando nuevas iniciativas asociativas en el entorno de las tecnologías para fabricar. En concreto, ADDIMAT, asociación de tecnologías de fabricación aditiva e impresión 3D; ESKUIN, cluster de la ferretería y el suministro industrial; AFMEC, asociación del mecanizado y la transformación metal-mecánica; UPTEK, para dar cabida a las start-ups y empresas de base tecnológica con orientación industrial; STECH, asociación dedicada a empresas de robótica y digitalización para la fabricación avanzada, y, por último, AIMHE, la asociación de importadores y distribuidores de máquina-herramienta en España; Así, AFM Cluster representa a 800 empresas industriales que facturan más de 4.000 millones de euros y dan empleo a 20.000 personas. Las principales actividades que desarrollan en AFM Cluster están relacionadas con el posicionamiento internacional de las empresas, la promoción de la innovación tecnológica y de proyectos de I+D+i, la cooperación, la oferta de información precisa y actualizada de los principales mercados y sectores cliente y la formación y captación de talento para la industria.
Otro buen ejemplo es Azterlan, si bien no es una asociación, es un centro de investigación metalúrgica que pone al servicio de la industria capacidades tecnológicas y conocimiento experto de la mano de su equipo. El centro cuenta con experiencia e instalaciones de vanguardia para dar respuesta a los retos de las empresas en el ámbito de los materiales metálicos y sus diferentes tecnologías de transformación. Según apuntan, con una clara orientación al mercado, los retos de la fundición, la forja, la estampación, la laminación y sus sectores clientes definen sus líneas de investigación y actuación. Así, su labor investigadora se orienta al desarrollo de tecnologías disruptivas que posibiliten la mejora competitiva de las empresas que diseñan, fabrican y utilizan componentes metálicos. Un buen ejemplo de ello es su labor de desarrollo de nuevos materiales metálicos, más duraderos, más funcionales y con mejor desempeño, orientados a componentes con propiedades avanzadas.
En el caso de CEIT, centro tecnológico que lleva a cabo proyectos industriales de investigación en estrecha colaboración con los departamentos de I+D de las empresas. Se trata de un centro tecnológico sin ánimo de lucro, creado por iniciativa de la Universidad de Navarra en 1982. Ceit promueve la excelencia en la investigación aplicada mediante la publicación de los resultados no confidenciales y la participación en los foros de divulgación científica y técnica, así como la formación doctoral en el marco de los proyectos de investigación industrial. Además, colabora con empresas de diversos sectores (ferroviario, aeronáutico, automoción, salud, fabricación, energía o medio ambiente) y trata de comprender todos los aspectos involucrados en el negocio de sus clientes, promoviendo soluciones de alto valor añadido a través de los proyectos de investigación aplicada. Ofrece soluciones innovadoras a sus clientes, forma jóvenes investigadores orientados a incorporarse y aportar valor al sistema productivo.
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Este artículo aparece publicado en el nº 7 de Metales&Máquinas págs. 22 y 23.