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El Centro Tecnológico Aimen lidera el proyecto europeo Trineflex, una iniciativa innovadora diseñada para transformar las industrias de consumo intensivo de energía mediante la implementación de herramientas digitales avanzadas. Con un presupuesto de más de 19 millones de euros, Trineflex busca facilitar la transición de las industrias de alto consumo energético hacia un modelo operativo más flexible y sostenible, alineado con los objetivos de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
El proyecto Trineflex se basa en la creación de un conjunto de herramientas integradas que permiten gestionar el ciclo de vida digital de las plantas industriales y optimizar sus procesos hacia una operativa más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Este proceso se apoya en la adquisición avanzada de datos, el uso de infraestructuras de Big Data, el análisis detallado de los procesos, el desarrollo de modelos y la creación de gemelos digitales con sistemas de soporte a la decisión.
Las herramientas se implementarán en cinco casos de demostración que abordan desafíos específicos en cuatro sectores industriales: vidrio, cobre, aluminio y tratamiento de aguas residuales. Estos sectores, caracterizados por su alto consumo energético, se beneficiarán de la integración de tecnologías transformadoras como la eficiencia energética, el uso de energías limpias, combustibles y materias primas sostenibles, y la captura y uso de CO2.
Además, cada uno de estos casos servirá como ejemplo para demostrar cómo la digitalización y la integración de tecnologías avanzadas pueden mejorar la flexibilidad energética, reducir los costos operativos y contribuir a la sostenibilidad industrial. El proyecto también está diseñado para permitir una rápida replicabilidad en otras industrias similares, extendiendo los beneficios de Trineflex a un mayor número de sectores.
Como coordinador del proyecto, Aimen desempeña un papel crucial en la validación digital de las soluciones propuestas, incluyendo la supervisión de uno de los casos de demostración, junto a Esamur en Murcia (Entidad de Saneamiento y depuración de la Región de Murcia).
Así mismo, se encarga de asesorar en tecnologías digitales para la monitorización de procesos, gestión de activos y provisión de soluciones de inteligencia artificial dedicadas a la optimización energética. Estas capacidades, junto a las proporcionadas por otros socios del proyecto, se aplican para el desarrollo de un gemelo digital, bajo la coordinación de Aimen, de una de las plantas de tratamiento de agua residual involucrada en el proyecto. En particular, el Centro se ha encargado del análisis del estado de digitalización actual de la planta, de la transferencia de los datos de la planta a las herramientas del proyecto y del análisis de estos para desarrollar soluciones de inteligencia artificial que proporcionen información útil para la optimización de los procesos de la planta.
Aimen ha desarrollado también dos soluciones de inteligencia artificial que forman parte del sistema de soporte a la decisión del gemelo digital. Este, mejorará la monitorización de los procesos con interfaces de usuario más intuitivas y proporcionará información adicional que facilitará la toma de decisiones en tiempo real, mejorando así la gestión de los riesgos operativos y optimizando los procesos en términos de reducción de costes y/o energía, de tal forma que la planta pueda operar de manera más flexible y eficiente.
Trineflex no solo busca transformar las industrias que forman parte del proyecto directamente, sino que también está diseñado para ofrecer un alto grado de transferibilidad y replicabilidad a otros sectores interesados en aumentar su flexibilidad energética y avanzar hacia una simbiosis industrial a largo plazo. Al final del proyecto, Aimen elaborará un informe exhaustivo con las lecciones aprendidas, promoviendo el intercambio de conocimiento y la réplica de los éxitos alcanzados en los cinco casos de demostración.
Con Trineflex, Aimen y sus socios demuestran que la fusión de tecnologías digitales y físicas es clave para alcanzar una industria más sostenible y competitiva en Europa, contribuyendo a los objetivos climáticos globales.