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La magnitud del sector metal en la Comunidad Valenciana es notable. Tanto es así que el sector está conformado por 46.383 empresas, un 7% del tejido empresarial de la Comunidad Valenciana. En este sentido, cabe destacar que el 99,7% de estas empresas son PYMES. De las 46.383 empresas del sector, 22.072 (el 47%), se dedican al sector servicios; 7.756 (el 39%) al turismo; y 6.555 (el 14%, a la industria).
Otro dato interesante sin duda tiene que ver con que el tejido valenciano del metal es responsable del 36% de las exportaciones de la comunidad, que corresponden a un total de 13.564 millones, y representan el 27,9% del PIB industrial y el 12% de la economía de la Comunitat Valenciana.
Y en tercer lugar, otra de las peculiaridades del sector en la región tiene que ver con la dispersión geográfica, cualidad que contrasta con otros territorios, en los que está concentrado.
El metal deriva en 237.000 puestos de trabajo, o lo que es lo mismo el 13% de la población ocupada del territorio. Y es que el sector representa la mayor concentración de ocupación industrial y es una parte muy importante de la industria valenciana. Entendiendo el sector del metal, tal y como explican desde FEMEVAL, como a aquellas empresas que fabrican, comercializan, reparan o instalan productos desarrollados con metales, incluyendo el acero, el litio, el cobre, el oro, el zinc, el cobalto y el aluminio.
Los empleos se reparten del siguiente modo: 92.533 en la industria; 36.600 en el comercio y 103.300 en el sector servicios.
Por otra parte y si hablamos del total de locales empresariales pertenecientes a la industria del metal en la Comunidad Valenciana, supera los 6.000 y representa el 24% del total industrial valenciano.
En materia de inversión, la industria del metal alcanzan los 1.290 millones de euros frente a los 4.083 millones de euros del conjunto de la industria.
Tal y como explica el informe relativo a la Estrategia de reindustrialización de la Comunidad Valenciana 2024-2028) elaborado por Arenal Grupo Consultor, S.L. con el apoyo de la Consejería de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana, el sector industrial de la región presenta diversas ventajas que le confieren un papel destacado en el ámbito económico y productivo. A saber:
Por si no ha quedado claro hasta el momento, el sector del metal en la Comunidad Valenciana es muy competitivo. Tanto es así que compite tanto a nivel nacional como internacional con diversas regiones y empresas especializadas en la fabricación de productos metálicos y mecánicos, lo que no es baladí.
En concreto y según el informe de Arenal Grupo Consultor, S.L, sus principales competidores nacionales son Cataluña, País Vasco o Comunidad de Madrid. En Europa, Alemania, Italia y Francia; mientras que en Asia apunta a China, Japón y Corea del Sur.
En cuanto a América del Norte, juegan en la misma partida Estados Unidos, Canadá y México, ya que estos también cuentan con una industria metalmecánica competitiva, especialmente en áreas como la fabricación de automóviles, la maquinaria pesada o los equipos industriales.
Por último y en relación a los países emergentes, destacan India o Brasil, además de algunos países del sudeste asiático que están desarrollando industrias metalmecánicas sólidas y compiten en el mercado global con productos de menor costo.
En este escenario, desde la consultora consideran que el sector metalmecánico valenciano debe mantener su enfoque en la especialización, la innovación, la calidad, la adaptabilidad y la eficiencia productiva para competir con éxito tanto a nivel nacional como internacional en un mercado altamente competitivo y diversificado.
En relación a los retos que el sector debe afrontar, son muchos, tal y como sucede con otros sectores. En primer lugar están los retos ambientales, entre los que destacan la gestión de residuos y emisiones; el consumo de recursos naturales; la gestión de la energía; el control de la contaminación atmosférica y del agua, el impacto en los ecosistemas locales y, por último, el cumplimiento normativo. Y aunque sin duda son desafíos, el sector está preparado para afrontarlos. Por ejemplo, según la Estrategia de Reindustrialización de la Comunidad Valenciana 2024-2028, para abordar estos desafíos ambientales las empresas del sector metalmecánico pueden implementar medidas como la adopción de tecnologías más limpias y eficientes, la optimización de procesos para reducir residuos y emisiones, la inversión en sistemas de gestión ambiental y el fomento de una cultura empresarial orientada a la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. También colaborar con entidades regulatorias, comunidades locales y expertos en medioambiente.
Otros desafíos a tener en cuenta son los retos tecnológicos, como la automatización y la robótica, las tecnologías de fabricación aditiva, la digitalización y la gestión de los datos, los materiales avanzados, la integración de sistemas inteligentes, la ciberseguridad y la sostenibilidad, entendida como el desarrollo de tecnologías y procesos más sostenibles en términos de consumo de energía, reducción de residuos y emisiones.
En tercer lugar destacan los retos comerciales, comenzado por la competencia global y continuando por la innovación y el desarrollo tecnológico, la internacionalización y el acceso a nuevos mercados, la adaptación a la demanda del cliente, los costos de producción y la eficiencia operativa. También la gestión de la cadena de suministro y el desarrollo de talento y recursos humanos. En esta dimensión la estrategia recomienda estrategias comerciales, sólidas, además de inversión, adaptabilidad y amplitud de miras: "Para enfrentar estos desafíos las empresas del sector-metalmecánico en la Comunidad Valenciana necesitan estrategias comerciales sólidas, inversión en tecnología e innovación, adaptabilidad a las demandas del mercado y una visión global que les permita competir con éxito en un entorno comercial dinámico y desafiante. Además, la colaboración con instituciones educativas y gubernamentales puede ayudar a abordar estos retos comerciales y promover el desarrollo sostenible del sector".
Por otro lado y en cuanto a los desafíos organizativos que las empresas deben afrontar para mejorar su eficiencia y competitividad, destacan la optimización de procesos, la gestión de recursos humanos, el establecimiento de una estructura organizativa flexible con el fin de adaptarse a los cambios del mercado y la demanda; la adopción de tecnologías digitales y la implementación de sistemas de información eficaces; la gestión de los riesgos y el mantenimiento de estándares de calidad; o la colaboración y el trabajo en equipo. Y, por último, pero no por ello menos importante: la gestión del cambio, entendida como la implementación de cambios organizativos, tecnológicos o de procesos de manera efectiva y luchando por obtener el compromiso de los empleados.
"Abordar estos desafíos organizativos implica un enfoque integral que combine estrategias de gestión eficiente, inversión en recursos humanos y tecnológicos, así como una cultura organizativa orientada a la innovación y la adaptabilidad. Las empresas metalmecánicas que logran adaptarse a estos retos organizativos suelen estar mejor preparadas para competir y prosperar en un entorno empresarial dinámico y cambiante", concluye la Consejería de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana en el citado informe.
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Este artículo aparece publicado en el nº 08 de Metales&Máquinas págs. 26 a 28.