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Reportaje publicado originalmente en el marco del especial regional 'Valencia, con paso firme en el entorno metalúrgico', correspondiente al nº 8 de nuestra edición impresa.
Tanto FEMEVAL como FEMPA contribuyen, con sus respectivas hojas de ruta y a veces de forma conjunta, a que toda la cadena de valor de metal, que por cierto es el primer sector productivo de la Comunidad Valenciana, sea fuerte en todo el territorio. Su aportación se materializa a través de los servicios y proyectos que ofrecen a sus empresas asociadas orientados a promover la cualificación, empleabilidad, adaptación a la era digital y sus nuevos riesgos laborales, seguridad industrial, sostenibilidad e igualdad de oportunidades.
Su contribución es sin duda beneficiosa para la industria y, por ello, merece un repaso por sus hitos y actualidad más reciente. No sin antes presentar como es debido a cada una de estas entidades que tanto hacen por el sector del metal en la región.
En cuanto a FEMEVAL es una organización empresarial independiente, sin ánimo de lucro, que aglutina y representa a las empresas de la industria, comercio y servicios del sector del metal de la provincia de Valencia. Su misión es liderar la defensa y representación del sector para impulsar el crecimiento y competitividad de sus empresas, asociaciones y de las personas que las integran. Al frente se encuentra su presidente, Vicente Lafuente Martínez.
FEMEVAL se compone de 35 asociaciones subsectoriales y aglutina a 3.250 empresas, mayoritariamente PYMES, que emplean a más de 39.000 personas. Un sector que, según sus datos, representa el 12,9% del PIB y da empleo a alrededor de 220.000 personas en la Comunidad Valenciana. La asociación cuenta con un equipo de 50 trabajadores distribuidos entre su sede central en Valencia y su centro de formación de Alaquàs, situado a 10 km de Valencia, en el cinturón industrial de la capital.
Como se adelantaba, su principal objetivo es la defensa y representación de los intereses particulares y colectivos de las empresas asociadas en sus múltiples actuaciones con la Administración, los agentes sociales y demás organismos. En esta línea, las empresas asociadas se benefician directamente de todas las ventajas y servicios que ofrece FEMEVAL. como información, formación, asesoramiento, asistencia técnica y gestión de proyectos para el desarrollo de los sectores y sus empresas asociadas, con especial atención al medio ambiente, eficiencia energética, PRL, calidad, seguridad industrial, RRHH, organización y gestión empresarial, nuevas tecnologías, I+D+i, transformación digital y movilidad sostenible.
De su lado, FEMPA,es una organización empresarial privada sin ánimo de lucro cuyo objetivo fundamental es la representación y defensa de los intereses de los empresarios del sector metal de la provincia de Alicante. Su misión es representar y defender los intereses de las empresas del sector del metal en Alicante, ofreciendo servicios y apoyo para fomentar su crecimiento y competitividad. Al frente se encuentra su presidente, Jorge Ibáñez.
FEMPA trabaja en el fomento de la formación y la innovación. Por ejemplo, ofrece cursos con alta demanda entre los profesionales; impulsa la profesionalización y la cualificación del sector metal. Por otro lado y en línea con su homóloga, ofrece asesoría a sus asociados y también servicios de calidad y valor añadido que dan respuesta profesional y eficaz a las empresas del sector.
Además, como asociación dinámica volcada en ofrecer servicios de calidad y de valor añadido que dan respuesta profesional y eficaz a las empresas del sector, actualiza periódicamente sus iniciativas, adaptándose al entorno económico, a los tiempos y a la situación actual, lo que le confiere un estatus de patronal de vanguardia especializada en la actividad propia de las empresas del Sector Metal.
Finalmente cabe destacar que FEMPA aglutina a empresas de la industria, los servicios y el comercio del sector metal. Entre ellas se encuentran las de los subsectores de la fundición; equipos; componentes y aplicaciones informáticas; matricería; estructuras metálicas y ferralla; fabricación de luminarias; ferretería o fabricación de maquinaria, entre otras. También aquellas de los subsectores de la electricidad, telecomunicaciones, climatización, fontanería, gas, protección contra incendios, frío industrial; ascensores; carpintería metálica y cerrajería.
Detrás de las siglas AIDIMME se esconde el acrónimo Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines de la Comunidad Valenciana. Este cuenta con dos sedes, Benjamín Franklin y Leonardo Da Vinci. Sus nombres son homólogos a los de las calles en las que se encuentran en el Parque Tecnológico de Paterna.
Sus orígenes se remontan a la década de 1980, cuando, por inciativa del tejido empresarial y la Administración se crean las primeras Asociaciones de Investigación y Desarrollo con el fin de apoyar a las empresas de los sectores industriales más representativos durante el periodo de incorporación a la Unión Europa.
Como decíamos, AIDIMME es un instituto tecnológico, y además está registrado como Agrupación Empresarial Innovadora (AEI). De este modo, se trata de una asociación independiente con una misión muy clara: ayudar a incrementar la competitividad de las empresas, fundamentalmente en el ámbito del diseño y el desarrollo de producto, materiales innovadores, procesos avanzados y sostenibles de aprovisionamiento, fabricación, logística, distribución y servicios. Tanto es así que así lo indican sus estatutos.
Si hablamos de su visión, pasa por ser referencia a nivel mundial en las actividades de I+D+i, servicios de valor añadido y certificación, atrayendo a empresas y organizaciones de otros países para colaborar en proyectos y promover el posicionamiento de las empresas valencianas y del resto de España en los mercados internacionales.
Pero no se puede hablar de AIDIMME sin hablar de su infraestructura. En concreto y según información facilitada por el instituto, dispone de algunas de las tecnologías más modernas que existen a nivel mundial y de una infraestructura tecnológica única con avanzados laboratorios que realizan más de 30.000 ensayos anualmente.
Finalmente, tampoco se puede hablar de AIDIMME sin hablar de su principal activo: las personas que colaboran o forman parte su plantilla, formada por 170 profesionales de diferentes ámbitos de especialización, un 70% de los cuales son titulados universitarios, y un 15% doctores. "Se busca como estrategia satisfacer las necesidades personales y profesionales de los RRHH, y que esto permita ser modelo de referencia en su gestión y actuación para la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT)", explican desde el centro.
El clúster del sector metalmecánico valenciano fue impulsado por FEMEVAL y AIDIMME, bajo la denominación Agrupación Empresarial para la Innovación de los Procesos Productivos del Metal y Afines (AEI VALMETAL), para dotar al sector de un instrumento con el que dinamizar la actividad empresarial e impulsar actividades de mejora de la competitividad de sus empresas.
Así, está compuesto por múltiples agentes. Entre ellos, fabricantes y proveedores de bienes de equipo; transformadores del metal; facilitadores digitales y tecnológicos; institutos tecnológicos y centros de investigación; escuelas de competencias tecnológicas; o servicios de consultoría tecnológica.
En cuanto a sus ejes estratégicos, son el desarrollo funcional y orgánico del clúster; el crecimiento y la cooperación empresarial; la valoración del capital humano; el desarrollo y diversificación de mercado y el desarrollo de tecnologías y transformación digital.
Los citados ejes se bifurcan en metaobjetivos. Por ejemplo, en materia de crecimiento y cooperación, los objetivos del clúster pasan por impulsar la planificación estratégica en las pymes como base de su desarrollo y crecimiento empresarial, y también por estimular la colaboración entre empresas tractoras y pymes e incentivar los proyectos innovadores.
En esta línea, no está de más destacar que las áreas de interés en las que trabaja el clúster son cinco. En concreto, la industria 4.0 (manufactura eficiente, sostenible y conectada), la formación y el talento, las redes colaborativas, la eficiencia energética y la movilidad sostenible, y, por último pero no por ello menos importante, la economía circular y la sostenibilidad.
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Este artículo aparece publicado en el nº 08 de Metales&Máquinas págs. 29 a 31.