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La empresa vasca Laucirica Transmisiones está potenciando su servicio de reparación de motorreductores ante la gran demanda. Además de comercializar estas piezas, repara los reductores de velocidad de las empresas, dándoles una segunda vida.
La empresa da valor a la reparación frente a la sustitución por varios motivos. Una de sus ventajas más destacadas es promover la economía circular. En cada reparación se aprovechan más de un 50% de los componentes, las materias primas se mantienen más tiempo y se generan muchos menos residuos. Esto trae consigo un consumo más sostenible.
Otro de los beneficios de la reparación está relacionado con los costes. Las reparaciones tienen un coste medio de entre un 30 y un 60% del valor de uno nuevo, lo que supone un gran ahorro. Además, al reparar una pieza se pueden analizar las causas de su rotura: picos de par, trabajo a mucha temperatura, falta de lubricación etc. Esto les da la oportunidad de informar al cliente y modificar el dimensionamiento del equipo o el ciclo de la máquina, alargando su vida útil.
El plazo de entrega es otro punto a favor de las reparaciones. Los componentes de un producto nuevo pueden no estar en stock y tener un plazo largo de entrega frente a la reparación en un plazo más reducido. Además, los productos reparados ofrecen una garantía similar a los nuevos, lo que supone una tranquilidad para los clientes.
Realizar un mantenimiento preventivo supone revisar los equipos antes de su deterioro o mal funcionamiento, pudiendo solventar los problemas antes de la rotura de los componentes y alargando su vida útil. La reparación también permite la personalización del producto y su mejora. “Al repararlo, podemos adaptarnos a nuevas necesidades del mismo, como un cambio de reducción, de potencia, una pintura especial o montaje de sensores para realizar un mantenimiento predictivo del equipo”, sostiene Gotzon Rodríguez, director comercial de la firma.