Revista
Metales&Máquinas: Este año, el Congreso FER se traslada a la ciudad de Marbella, ¿por qué se ha elegido esta localización?
Ion Olaeta: El Congreso de FER se celebra de forma bianual en Madrid, coincidiendo con la Feria Internacional de la Recuperación y el Reciclado (SRR) y, del mismo modo, en otros lugares de la geografía española. En sus anteriores ediciones fuera de la capital, las sedes elegidas fueron Pontevedra y Benidorm, por lo que hemos considerado que en esta ocasión debíamos mirar hacia el sur y Marbella es un destino emblemático e ideal para celebrar el congreso. Además, FER cuenta con socios repartidos por todo el Estado y nos parecía apropiado que, en este caso, los pertenecientes a Andalucía estén como en casa y los de fuera de esta comunidad autónoma tengan la oportunidad de conocer este marco incomparable que nos ofrece Marbella.
En el fondo, tenemos la gran suerte de residir en un país que no sólo cuenta con un clima excelente para celebrar eventos de este tipo, sino que también posee grandes atractivos culturales y recreativos que, sin duda, dan un valor añadido al congreso de FER, por lo que consideramos que la sede elegida este año volverá a sorprender a los congresistas.
M&M: ¿Qué expectativas tienen puestas en esta 20ª edición?
I.O.: Como cada año, las expectativas del congreso pasan siempre por superar al anterior, tanto en número de congresistas como en la calidad de su programa y de los ponentes que asisten. Obviamente, el listón que pusimos en la anterior edición está muy alto, pues conseguimos, por primera vez en España, celebrar este evento junto con la Conferencia Anual de la Confederación Europea de Industrias del Reciclaje (EuRIC). Sin embargo, en FER siempre somos ambiciosos y queremos mejorar con respecto a los congresos anteriores, más si cabe este año que el congreso celebra su vigésima edición.
M&M: ¿Cuáles serán sus principales novedades?
I.O.: Aunque su denominación es la de Congreso Nacional de la Recuperación y el Reciclado, año tras año este evento va dotándose de una dimensión cada vez más internacional, conscientes de que las decisiones que se adoptan sobre nuestro sector nos vienen impuestas por la Unión Europea, como Estado miembro que somos, y de que, a su vez, el reciclaje forma parte de un mercado global.
Por eso, el programa recoge una serie de ponencias y mesas redondas en las que se analizarán y debatirán aspectos sumamente relevantes para el sector que vienen derivadas de las normativas europeas y sus adaptaciones a la legislación nacional, de la coyuntura económica actual o de los problemas concretos a los que tienen que hacer frente los gestores de residuos españoles.
M&M: ¿Nos puede dar ya algunas cifras de expositores, visitantes…?
I.O.: Aunque aún es pronto para poder saber con exactitud la dimensión del congreso en cifras, debido a que estamos en la fase de inscripción, sí puedo avanzar que dos meses antes de su celebración contábamos ya con más de 300 personas inscritas y 35 expositores.
M&M: Respecto a los temas de las mesas redondas, ¿en qué se centrarán?
I.O.: Como ya le he avanzado en las novedades de esta edición, el congreso siempre trata las cuestiones más actuales y trascendentales para las empresas recicladoras. En esta ocasión, las ponencias y las mesas redondas analizarán y debatirán sobre cuestiones como la escasez de materias primas y la incidencia en los mercados reciclados, o los sistemas de responsabilidad ampliada del productor.
M&M: Cambiando de tercio, ¿cómo se encuentra el sector nacional de la recuperación y el reciclaje en el sector del metal?
I.O.: El sector español del reciclado de metales goza de buena salud, si bien su contexto en los últimos meses no ha sido ajeno a acontecimientos tan relevantes como las consecuencias económicas derivadas de la pandemia del coronavirus, con los cuellos de botella que hemos padecido en el suministro de algunos materiales, sin olvidar el desorbitado coste energético al que se ha tenido que hacer frente tras la invasión rusa de Ucrania y la inflación desbocada que, indudablemente, ha afectado al sector.
“Sólo de aquí a 2050, tendremos que extraer tantos metales como lo hemos hecho desde los albores de la Humanidad”
Sin embargo, parece que poco a poco, de forma gradual, la actividad está volviendo a los niveles previos a la pandemia de la Covid-19 y esperamos que el sector repunte en los próximos meses porque las próximas normativas que va a aprobar la Unión Europea no hacen más que ratificar lo que tantos años llevamos señalando desde FER: que este es un sector estratégico no sólo para toda la industria sino también para la autosuficiencia de materias primas consideradas estratégicas y la nueva revolución industrial que está en ciernes por, entre otros muchos factores, la electrificación del parque móvil y la decidida apuesta de lograr un continente climáticamente neutro para 2050.
M&M: ¿Cómo evolucionará en los próximos años
I.O.: Para hacernos una idea aproximada de la importancia que tendrá el reciclaje de metales a corto plazo, basta con escuchar la opinión de diversos expertos que afirman que pasamos de un mundo intensivo en hidrocarburos a un mundo intensivo en metales. Es decir, sólo de aquí a 2050, tendremos que extraer tantos metales como lo hemos hecho desde los albores de la Humanidad. Esto nos lleva a que ningún modelo será sostenible sin una tasa de reciclado jamás alcanzada para los metales, que prácticamente tendrá que ser del 100% en Europa. Por eso, en esta transición industrial, donde los metales serán no sólo materiales esenciales para la producción sino también estratégicos en cuestiones como la defensa o la autosuficiencia energética, es fundamental que se establezcan la política y los incentivos económicos adecuados para impulsar el reciclaje de metales en Europa.
M&M: Para finalizar, ¿cuáles son sus ejes principales?
I.O.: Pues podría sonar a tópico, pero dados los cambios que se avecinan para el sector con los reglamentos que se están tramitando actualmente (traslados, envases, baterías, materias primas críticas o diseño ecológico), puede ser el momento de apostar decididamente por la I+D+i para que las empresas estén preparadas para hacer frente a unos objetivos de reciclado que serán muy estrictos y ambiciosos, así como a los cambios en los modelos de gestión en diferentes flujos de residuos. Obviamente, los recicladores son importantes, pero son sólo un eslabón de toda la cadena de valor y, por tanto, para que esta interdependencia funcione en ese futuro no tan lejano todos los agentes implicados tendrán que trabajar juntos en una misma dirección.
No obstante, desde FER más que amenazas nos gusta ver oportunidades. Y creemos que es el momento de que las empresas del sector apuesten por dotarse de las herramientas necesarias para aprovechar estas nuevas oportunidades de mercado que se generarán en sectores tan importantes como, por ejemplo, el de las baterías y todo lo que esté relacionado con la nueva movilidad eléctrica, aquellos otros bienes que incluyan las denominadas tierras raras o a la generación de energías renovables.
----
Este artículo aparece publicado en el nº 03 de Metales&Máquinas págs. 58 a 59