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El coste de la energía y la urgencia del cambio climático están sometiendo a empresas de todo el mundo a una presión sin precedentes. Un nuevo informe del Movimiento por la Eficiencia Energética muestra que la mejora de la eficiencia energética industrial es la forma más rápida y eficaz para que una empresa reduzca sus costes de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. El Movimiento por la Eficiencia Energética es un foro mundial de unas 200 organizaciones que comparten ideas, prácticas recomendadas y compromisos para conseguir un mundo más eficiente desde el punto de vista energético.
Hoy se ha publicado la guía ‘Estrategias de eficiencia energética en la industria’, que incluye 10 acciones que una empresa puede llevar a cabo ahora mismo para mejorar su eficiencia energética, reducir los costes de la energía y disminuir las emisiones. Se centra en soluciones tecnológicas maduras y de amplia disponibilidad con las que se consiguen unos resultados y un retorno de la inversión rápidos, y que pueden implantarse a gran escala.
Kevin Lane, director del programa de eficiencia energética de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), ha destacado: “La eficiencia energética beneficia a las empresas y al clima. Aunque la industria tiene que abordar el cambio climático en todos los frentes —como el aumento del uso de energías renovables, la inversión en procesos con bajas emisiones de carbono y el desarrollo de modelos comerciales circulares—, la eficiencia energética es la oportunidad centrada en la empresa que tiene las mejores perspectivas a corto plazo para reducir las emisiones. Las 10 acciones contenidas en este informe son recursos conocidos y rentables, y pueden emplearse a gran escala rápidamente para ayudar a las empresas a convertir en acciones sus ambiciones climáticas”.
La industria es el mayor consumidor mundial de electricidad, gas natural y carbón, según la AIE, y representa el 42% de la demanda total de electricidad, lo que equivale a más de 34 exajulios de energía. Las industrias siderúrgica, química y petroquímica son las mayores consumidoras de energía de los cinco principales países consumidores del mundo: China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón. Este consumo de energía acarrea costes elevados en el actual entorno inflacionista. También fue responsable de la emisión de nueve gigatoneladas de CO2, lo que equivale al 45% del total de las emisiones directas de los sectores de uso final en 2021, según la AIE.
Entre las organizaciones entrevistadas para el informe, se encuentran ABB, Alfa Laval, DHL Group, la AIE, Microsoft y ETH Zürich, el instituto federal de tecnología suizo. Las recomendaciones de los colaboradores van desde la realización de auditorías energéticas hasta el ajuste del tamaño de las máquinas industriales, que muchas veces son demasiado grandes para el trabajo que realizan, lo que supone un desperdicio de energía. Trasladar los datos de los servidores locales a la nube podría ayudar a ahorrar alrededor del 90 por ciento de la energía que consumen los sistemas informáticos. También se consiguen eficiencias acelerando la transición desde los combustibles fósiles, electrificando las flotas industriales, cambiando las calderas de gas por bombas de calor o utilizando intercambiadores de calor bien mantenidos.
Otras acciones conllevan la instalación de sensores y la monitorización digital de la energía en tiempo real para detectar la presencia de los llamados ‘activos fantasma’, que utilizan energía cuando están en espera, a diferencia de un gemelo digital que puede simular acciones de eficiencia sin interrumpir la producción. El uso de soluciones para edificios inteligentes para controlar los sistemas de energía, la iluminación, las persianas y la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado (HVAC) también permite ahorrar energía en las instalaciones industriales.
Otras recomendaciones incluyen la instalación de convertidores de frecuencia, que pueden mejorar la eficiencia energética de un sistema accionado por motor hasta en un 30 por ciento, lo que supone beneficios inmediatos en cuanto a costes y emisiones. Si los más de 300 millones de sistemas industriales que actualmente funcionan con un motor eléctrico fueran sustituidos por motores optimizados de alta eficiencia, el consumo mundial de electricidad podría descender un 10 por ciento.
Tarak Mehta, presidente del área de negocio Motion de ABB, ha afirmado: “Existen soluciones de eficiencia energética que pueden ayudar a la industria a mitigar el cambio climático y a reducir los costes de la energía sin comprometer el rendimiento y la productividad. Con los recientes avances tecnológicos en materia de eficiencia energética, el potencial de mejora en la industria es significativo y está disponible ahora mismo. Así que, en lugar de apagar las luces y detener la producción para ahorrar dinero, este nuevo e importante informe explica los pasos prácticos que pueden dar los directivos para reducir el uso de la energía y sus facturas manteniendo las operaciones actuales”.