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TOMRA continúa con su labor de contribuir para lograr cerrar el círculo de los envases de bebidas hechos con PET pero reconoce que aún queda mucho por hacer. Para superar los cuellos de botella actuales de la cadena de suministro, hay que aprovechar el contexto político, las decisiones valientes y las inversiones inteligentes en recogida, clasificación y reciclaje para mejorar la circularidad de todos los materiales.
“Tenemos la obligación de trabajar con todos los agentes de la cadena de valor para reducir las montañas de residuos y transformarlos en los recursos valorizables que son en realidad”, declaró Tove Andersen, Directora General y Presidente de TOMRA en la rueda de prensa celebrada en IFAT.
Y es que, aunque se han realizado unos avances muy importantes en cuanto a reciclaje, la pandemia y la guerra actual en Europa nos han demostrado que urge reducir la dependencia de las materias primas. "Actualmente, invertimos alrededor del 10 % de nuestros ingresos en actividades orientadas al futuro que nos permitan mejorar la eficiencia de los recursos, avanzar en el desarrollo de soluciones circulares en el que estamos ya bien posicionados. Tenemos tecnología capaz de maximizar las tasas de recogida y recuperación. Podemos actuar ahora, optimizando la gestión de residuos y ayudando a cubrir los nichos existentes”, concluye Andersen.
Iniciativas como el Pacto Verde europeo como otras normativas y directrices de cumplimiento obligatorio para productores y fabricantes (Responsabilidad Extendida del Productor), están acelerando la adopción de una economía circular. En este contexto TOMRA insta a todos los implicados en la cadena de valor a ver estas especificaciones como una oportunidad y apoyar su implantación.
“Hemos llegado a la conclusión de que hace falta una legislación de obligado cumplimiento para lograr objetivos y crear mercados”, explica el Dr. Volker Rehrmann, Vicepresidente ejecutivo y Director de TOMRA Recycling, Mining y Economía Circular. "Sin embargo, antes de poder reciclar grandes volúmenes, necesitamos recoger todo lo que sea posible. Y, si bien existen sistemas de recogida eficaces, aún no son suficientes. Cada día se pierden recursos valiosos que acaban en vertederos o en incineradoras. El material es fácilmente accesible y por tanto debe ser recogido, recuperado y reciclado".
Maximizar la circularidad del material no es algo limitado solo al plástico. Hay otros muchos flujos de material con los que se puede cerrar el círculo, como los metales y la madera. “Debemos poner la misma atención en estos materiales reciclables para contribuir a lograr los objetivos de neutralidad climática que la UE ha establecido para 2050”, ha afirmado Tom Eng, Vicepresidente sénior y Director de TOMRA Recycling. Por ejemplo, se prevé que la demanda de aluminio crezca un 40% para el año 2050, un reto para los productores de aluminio con capacidad limitada de producción en Europa. La buena noticia es que el aluminio reciclado desempeña un papel fundamental en el camino hacia un mundo descarbonizado y contribuye a que los productores aumenten el contenido reciclado y su compromiso medioambiental. En el sector de la madera la situación es similar. Los fabricantes de tablero de madera están buscando una forma rentable y ecológica de conseguir materiales cuya disponibilidad actual es limitada y a precios desorbitados.
Emplear materiales reciclados en la producción de nuevos materiales de madera o metal ayuda a los fabricantes a superar estos retos a la vez que reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero y el agotamiento de los recursos.
"Si aprovechamos el poder de las tecnologías inteligentes y trabajamos codo con codo con el sector, podemos transformar los residuos en valor y reducir la dependencia de las materias primas. Al mantener los materiales en uso permanente, el reciclaje es un elemento mitigador fundamental para el cambio climático y un camino eficiente para contribuir energéticamente a una transición sostenible. Haremos lo que haga falta para conseguir cerrar el círculo, lo conseguiremos”, concluyó Eng.