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Seco presenta dos nuevas plaquitas para fresado con divisor de viruta que reducen la tensión, tanto en la máquina como en la herramienta de corte, para mejorar la estabilidad del proceso de fresado. Las plaquitas con divisor de viruta Turbo 12 y 18 para las fresas Turbo de la empresa, disponibles en cinco calidades para fresas de escuadrado y helicoidales, reducen las vibraciones y la tensión en los equipos de fabricación.
Las plaquitas con divisor de viruta Turbo 12 y 18 incorporan ranuras en sus dos filos de corte para minimizar el tamaño de la viruta y reducir las fuerzas de corte, sin mermar los datos ni la profundidad de corte. Al reducir al máximo el tamaño de las virutas, los talleres disminuyen el riesgo de atasco de la viruta.
Los responsables de producto, Magnus Engdahl y Michael Davies, trabajan en estrecha colaboración al mando dey encabezan el equipo que ha desarrollado las plaquitas. "Las plaquitas de fresado con divisor de viruta Turbo 12 y 18 se adaptan a diferentes aplicaciones de mecanizado y materiales", afirma Engdahl.
"La versatilidad de las plaquitas las hace adecuadas para una amplia variedad de sectores industriales y materiales, lo que proporciona a los clientes una gran flexibilidad", añade Davies.
Las características de las piezas de difícil acceso pueden plantear problemas, e incluso las combinaciones más robustas de máquina y herramienta pueden presentar dificultades con voladizos largos. Las plaquitas con divisor de viruta de Seco ayudan a superar estas dificultades gracias a la evacuación eficaz de la viruta en asientos profundos y mejorar el flujo de la misma. Además, las plaquitas con divisor de viruta Turbo 12 y 18 reducen la vibración asociada habitualmente a las aplicaciones de largo alcance, lo que se traduce en una mayor vida útil de la herramienta y en unos mejores acabados superficiales.
Con su estabilidad y su capacidad para reducir las fuerzas de corte, las plaquitas con divisor de viruta Turbo 12 y 18 proporcionan a los talleres la tan necesaria seguridad y fiabilidad de proceso que requieren las operaciones eficaces de mecanizado desatendidas. Como resultado, los talleres pueden aumentar su rendimiento al tiempo que minimizan la tensión en las máquinas y las herramientas.