Revista
RCI, colaboración empresarial para impulsar la transición del carbono fósil al carbono renovable de forma acertada
Por primera vez desde la revolución industrial, el desarrollo tecnológico nos permite desvincular la industria química y la fabricación de plásticos, fibras y otros materiales del uso del carbono de origen fósil. Este hecho supone punto de inflexión fundamental que podría tener un impacto significativo en la protección del clima, ya que la mayoría del carbono presente en las materias primas de origen fósil y en los bienes de consumo acaba liberándose a la atmósfera.
Durante las dos últimas décadas se han desarrollado diversas tecnologías orientadas a la sustitución completa del carbono de origen fósil por fuentes de carbono renovable: la biomasa, las emisiones de CO2 (proveniente de gases de combustión industriales o directamente captado de la atmósfera) y el reciclaje. La iniciativa en favor del uso de carbono renovable (RCI, por sus siglas en inglés) dota a las empresas de un marco para futuras inversiones, proporcionándoles al mismo tiempo un entorno favorable de operación y desarrollo. Asimismo, la iniciativa ofrece una dirección estratégica para abandonar la dependencia del carbono fósil. Esta transformación material está impulsada por empresas internacionales y start-ups y fue iniciada y es dirigida por el instituto alemán nova-Institut.
Durante décadas el foco de la protección del clima se ha centrado principalmente en el sector energético. Sin embargo, más allá de la industria química y de los materiales se ha recibido muy positivamente un planteamiento más holístico, incluida la estrategia del uso de carbono renovable. En diciembre de 2020, la revista Bioenergy International apuntó que la Agencia Internacional de la Energía destacó recientemente «puntos débiles» en el sistema global energético. La revista resaltó la importancia de los productos petroquímicos, su predominio en los productos cotidianos y su empleo dentro del sistema energético moderno […]. La RCI aborda el problema principal del cambio climático, muy ligado a la extracción y el uso de carbono adicional de tipo fósil. Cuanto más carbono extraigamos del subsuelo, más aumentaremos el problema por encima del suelo.
Por lo tanto, no es de extrañar el creciente interés de varios sectores, y que cada vez más empresas y asociaciones colaboradoras se unan a la RCI, creada, muy recientemente, en septiembre de 2020. Junto con el nova-Institut, los miembros del consejo de 11 empresas pioneras sentaron las bases de la iniciativa de forma ágil y eficiente. La RCI está dirigida conjuntamente por todos los miembros, por ejemplo, a través de la participación en grupos de trabajo temáticos. Esto facilita el intercambio de conocimientos y experiencias y permite que los miembros presenten sus propias propuestas, encaren problemas que atañan a la mayoría y los debatan en la comunidad. Actualmente, la RCI tiene el objetivo de fomentar las redes entre sus miembros y construir nuevas cadenas de valor que sustituyan el carbono fósil por la biomasa, el uso del CO2 y el reciclaje.
Desde su lanzamiento, la iniciativa ha estado ocupada en concienciar y en tender la mano a la industria, la política y al público en general. Además de crear una página web con abundante información y notas de prensa sobre la política actual, como el European Green Deal (Pacto Verde Europeo), la RCI organiza con regularidad seminarios web públicos donde se abordan cuestiones relativas al carbono renovable.
Con el fin de promocionar e impulsar la estrategia del carbono renovable, la RCI publicará próximamente más documentos de referencia y posición, así como unos dibujos animados como una opción entretenida para transmitir y comprender el mensaje del carbono renovable. Asimismo, se está desarrollando una etiqueta para productos que utilicen carbono renovable y se está formando una comunidad online para promover el uso de carbono renovable. La RCI cuenta con un número creciente de colaboraciones con otras organizaciones interesadas como CO2 Value Europe o Textile Exchange. Además, la RCI organiza eventos como la «Renewable Materials Conference» y otras actividades en fase de desarrollo. Resumiendo, las actividades de RCI reflejan la necesidad de sus miembros: mayor concienciación con respecto al uso de carbono renovable, apoyo a la estrategia, interacción y creación de nuevas cadenas de valor que sustituyan al carbono fósil por la biomasa, el uso directo de CO2 y el reciclaje.
Michael Carus, CEO y la «cabeza del carbono renovable» del nova-Institut, comenta el rápido éxito de la iniciativa: «Nada tiene más fuerza que una idea a la que le ha llegado el momento. No puedo explicar el éxito de otra manera. Era obvio que la dependencia de carbono de origen fósil presente en muchos materiales debía situarse en el foco de la química y de los materiales, justo ahora que existen estrategias de largo alcance en esta dirección para el sector energético. Por dos razones: con la creciente descarbonización del sector energético, las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del uso y final de vida de los materiales son y serán cada vez más visibles y relevantes. Asimismo, la industria química y del plástico en particular necesita una estrategia sostenible que le dé la suficiente flexibilidad para convertirse de nuevo en una pieza aceptada en el futuro. Es el momento ideal y todos los meses nuevas empresas se están uniendo a la RCI. Vemos un fuerte impulso y nos alegra que los miembros se muestren muy satisfechos con nuestro liderazgo».