Endesa destinará más de 1.200 millones de euros hasta 2023 para mejorar la calidad del suministro eléctrico
Endesa, a través de su filial de distribución, e-distribución,
destinará más de 1.200 millones de euros en el periodo 2021-2023 a desarrollar y mejorar la red eléctrica para aumentar la calidad del suministro que reciben los 12,3 millones de clientes con contrato de acceso a las redes de la compañía.
El esfuerzo en mejora de la calidad absorberá el 46% de la inversión de e-distribución en el trienio y es una de las prioridades del negocio de distribución, al que
Endesa destinará una inversión total de 2.600 millones de euros entre 2021 y 2023. Esta cifra supone un incremento del 30% respecto al plan anterior, un aumento que se traducirá en la creación de unos 7.500 puestos de trabajo asociados a la inversión a lo largo de los tres años de vigencia de este plan -a razón de unos 2.500 empleos al año-.
El esfuerzo inversor refleja la importancia que esta compañía concede a las redes de distribución, la pieza clave para facilitar la transición hacia un modelo energético descarbonizado caracterizado por una creciente electrificación de la demanda, el avance de las energías renovables y un porcentaje cada vez mayor de recursos distribuidos conectados directamente a la red de distribución. "Las tradicionales redes de distribución pasivas, que transportaban la electricidad hasta el hogar, se van a transformar en redes activas y participativas, posicionando al cliente en el centro del sistema eléctrico y mejorando la calidad del suministro que recibe. Desde Endesa ya estamos trabajando para hacer realidad esa transformación”, señala
José Manuel Revuelta, director general de Infraestructuras y Redes de Endesa.
El plan estratégico de la compañía para los próximos tres años reconoce ese papel protagonista de las redes y centra sus esfuerzos en mejorar la digitalización, fiabilidad, resiliencia, flexibilidad y eficiencia de la extensa red de distribución de Endesa,
que cuenta con 128.658 centros de transformación, 1.270 subestaciones y 312.422 kilómetros de líneas en 27 provincias de diez Comunidades Autónomas.
La digitalización se extiende por toda la infraestructura de la red de distribución y permite aprovechar el potencial del big data y la inteligencia artificial para mejorar la operativa en un proceso de toma de decisiones cada vez más basado en los datos.
El esfuerzo inversor será continuo y creciente desde este año y hasta 2023,
con el objetivo de facilitar la electrificación y transición energética del país.